Encuentros Participativos invitaron a reflexionar sobre la inclusión y diversidad

En total, durante mayo, se realizaron 15 instancias online, con 35 grupos de trabajo, que contaron con la participación de la comunidad UdeC e instituciones interesadas en aportar al desarrollo de una política de inclusión transversal a toda Institución.

 

“Estas jornadas fueron muy enriquecedoras y nos permitió conocer las opiniones, percepciones y experiencias de quienes participaron”. Con estas palabras, la directora ejecutiva del Proyecto de Inclusión UdeC, María José Solís, se refirió a los “Diálogos por la Inclusión y la Diversidad”, que contaron con la asistencia de 236 personas, quienes compartieron su mirada en las temáticas que desarrolla la iniciativa.

 

La actividad se enmarcó en la fase diagnóstica que la iniciativa está llevando a cabo y tuvo como propósito contar con información clave para la elaboración de la futura política de inclusión de la Universidad. Para la directora ejecutiva del Proyecto, estos encuentros permitieron a los asistentes reflexionar sobre la inclusión y diversidad, generándose un espacio de conversación sobre estos temas y en la visualización de una educación superior más inclusiva. 

 

En los encuentros, los participantes conocieron el contexto general del proyecto, conceptos relacionados y la metodología de la sesión. Asimismo, se reunieron en pequeños grupos en distintas salas virtuales, donde se dieron a conocer las principales barreras de inclusión y visualizaron propuestas de mejoras a corto, mediano y largo plazo. Una vez finalizada esa etapa, se dio paso al plenario final, donde un representante de cada grupo presentó las principales reflexiones.

 

Sandra Urra, integrante del directorio de la Red de Educación Superior Inclusiva, valoró el desarrollo de este tipo de espacio de conversación. “Permiten descubrir distintas realidades, encontrar redes de apoyo, buscar soluciones conjuntas y diseñar propuestas contextualizadas y focalizadas desde la experiencia”, dijo.

 

Comunidad UdeC

Los encuentros tuvieron una participación triestamental de los tres campus UdeC, que constituyeron 35 pequeños grupos de trabajo. Para Ángela Zenteno, profesora asistente de la Facultad de Ingeniería, la instancia dará paso a la creación de una línea base desde donde empujar los cambios más urgentes sobre la inclusión y diversidad. “Ahora, lo interesante será ver cómo las opiniones que surgieron se van materializando en acciones concretas”, indicó.

 

A su vez, Claudia Murua, académica de la Escuela de Educación, campus Los Ángeles, comentó que las jornadas fueron muy participativas e importantes, en relación con las resoluciones y conclusiones que se obtuvieron, agregando que los aportes de las personas que asistieron serán un elemento importante para la creación de la política de inclusión de la Universidad. “Todos y todas aportamos y somos agentes de cambio frente al concepto de inclusión”, destacó.

 

El alumno de Administración Pública y Ciencias Políticas, Juan Manuel San Martín, resaltó lo significativo que son estos espacios de reflexión. “Lo importante es que, más allá del análisis, las sugerencias se concreten y trasciendan la actividad propiamente tal y que lo conversado se refleje en la política de inclusión de la Universidad”, reflexionó.

 

Por su parte, María José Lanfranco, estudiante de Medicina y voluntaria en los diálogos, valoró la participación de los tres estamentos de la comunidad UdeC. “Estos encuentros  se dieron en un ambiente de mucho respeto y valoración mutua, donde buscamos soluciones en conjunto, a través de la conversación entre los y las estudiantes, administrativos y docentes”, manifestó.

 

Para la jefa de Unidad de Desarrollo Social de la Dirección de Personal, Soledad Villarroel, los diálogos realizados son una óptima estrategia de participación, ya que permite informar a quienes participaron, entregar opiniones, formular propuestas y ser parte de la toma de decisiones. “Con estas instancias socializamos la inclusión como herramienta de gestión, que permite crear valor compartido. Es una oportunidad de enriquecimiento, donde la diversidad de las personas y las diferencias individuales nos aporta a todos y todas, contribuyendo al incremento de la productividad, mejoras en el clima laboral, trabajo en equipo, entre otros. En síntesis, con la inclusión generamos valor social”.

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